¿Qué puedo
decir de la clase de Pensamiento Sistémico? Para empezar me gustaría aclarar
que en un principio, por las actividades de pararse frente a una cámara, hacer
un montón de líneas que conectaran palabras y emplear colores en una cartulina,
me pareció que iba a ser una clase sin mucha utilidad o que aportara a mi vida
personal y profesional; y creo que la mayoría de personas tienen la misma
impresión en un inicio, de ser una clase rara sin una aplicación. Sin embargo
con el pasar de las clases y a medida que me sumergía en la idea de todo lo que
involucra el pensamiento sistémico, me cambió por completo la concepción no
solo de la materia sino también de la manera en como yo pensaba y afrontaba la realidad.
Desde la
primera clase el profesor dijo que nos iba a sacar de nuestra zona de confort y
que íbamos a salir de ese pensamiento lineal y secuencial que teníamos, que nos
iba, a través de diferentes herramientas, dar la oportunidad de pensar
diferente y cómo aplicarlo a la cotidianidad de un ingeniero industrial. Desde
la actividad inicial me vi expuesto a una manera de trabajar que no acostumbraba.
Tener que trabajar en grupo y equipo de verdad, todos tenían que trabajar y
dividir el trabajo de una manera efectiva para poder cumplir con las
expectativas en el poco tiempo que teníamos, eso incluiría más adelante
trabajar con grupos de 25 estudiantes y posteriormente hasta con 47 personas,
todo un reto para coordinar. A eso hay que sumarle que tendríamos que dejar de
lado la manera usual de hacer trabajos, ya sé que no es necesario llevar un
trabajo secuencial y cuadriculado, los mapas mentales me enseñaron que no me
tengo que llenar de definiciones y párrafos de texto, si con palabras claves,
conexiones y hasta dibujos es mucho más fácil explicar y recordar toda una
teoría, con el plus de que permite abarcar de manera más completa y relacionar
todo.
Por otro lado,
de manera indirecta, también nos ayudó a salir a un campo mental más abierto,
el hecho de tenernos que grabar. Poco a poco fui perdiendo la timidez y lo que en
el primer trabajo me parecía lo más difícil que era la grabación, se
convertiría en algo usual y normal para trabajar. Complementamos con las otras
herramientas de arquetipos y CATWOE que me permitirían abarcar de una manera más
completa la realidad puesto que nos obligan a pensar no sólo en función propia
sino también en los demás que influyen en el proceso, y el proceso de
aprendizaje se ve reflejado en la efectividad y facilidad con la que con el
tiempo empezamos a afrontar los trabajos.
De una manera
análoga está la parte “práctica”, el juego Rise of Nations. En un principio
parece que no existe relación alguna entre las dos partes de la clase, pero
también cuando empecé a relacionar todo, me di cuenta que de hecho existen
aplicaciones muy útiles para el desarrollo de estrategias en tiempo real. Y como
si fuera poco con esta aplicación también me permitió no sólo a mí, sino
también a mi grupo de trabajo, extrapolar lo aprendido a situaciones de la vida
real y cotidiana, lo que me pareció muy chévere y emocionante. Referente al
juego vale la pena hacer mención que la organización del torneo fue otra parte
que me dejó muchas enseñanzas. Como gerente de modalidad de juego, el torneo me
permitió relacionarme por primera vez con la organización de un evento y todas
las responsabilidades que esto conlleva. Fue la primera vez que puedo decir que
me enfrente a una situación de trabajo, puesto que era meramente responsable de
unas labores, tenía un grupo a cargo y unas fechas que cumplir. Me dio mucha
experiencia en la parte de gestión.
Para concluir,
mirando retrospectivamente fue una materia muy diferente y agradable.
Pensamiento Sistémico saca por completo de la típica clase de teoría y
ejercicio, pues está obliga a pensar de manera propia y fomenta ambos
hemisferios del cerebro. Me atrevería a decir que es la materia que más
enseñanza para aplicar a la vida personal y profesional me deja del semestre.