martes, 20 de mayo de 2014

Actividad Final: Reflexión.

¿Qué puedo decir de la clase de Pensamiento Sistémico? Para empezar me gustaría aclarar que en un principio, por las actividades de pararse frente a una cámara, hacer un montón de líneas que conectaran palabras y emplear colores en una cartulina, me pareció que iba a ser una clase sin mucha utilidad o que aportara a mi vida personal y profesional; y creo que la mayoría de personas tienen la misma impresión en un inicio, de ser una clase rara sin una aplicación. Sin embargo con el pasar de las clases y a medida que me sumergía en la idea de todo lo que involucra el pensamiento sistémico, me cambió por completo la concepción no solo de la materia sino también de la manera en como yo pensaba y afrontaba la realidad.

Desde la primera clase el profesor dijo que nos iba a sacar de nuestra zona de confort y que íbamos a salir de ese pensamiento lineal y secuencial que teníamos, que nos iba, a través de diferentes herramientas, dar la oportunidad de pensar diferente y cómo aplicarlo a la cotidianidad de un ingeniero industrial. Desde la actividad inicial me vi expuesto a una manera de trabajar que no acostumbraba. Tener que trabajar en grupo y equipo de verdad, todos tenían que trabajar y dividir el trabajo de una manera efectiva para poder cumplir con las expectativas en el poco tiempo que teníamos, eso incluiría más adelante trabajar con grupos de 25 estudiantes y posteriormente hasta con 47 personas, todo un reto para coordinar. A eso hay que sumarle que tendríamos que dejar de lado la manera usual de hacer trabajos, ya sé que no es necesario llevar un trabajo secuencial y cuadriculado, los mapas mentales me enseñaron que no me tengo que llenar de definiciones y párrafos de texto, si con palabras claves, conexiones y hasta dibujos es mucho más fácil explicar y recordar toda una teoría, con el plus de que permite abarcar de manera más completa y relacionar todo.

Por otro lado, de manera indirecta, también nos ayudó a salir a un campo mental más abierto, el hecho de tenernos que grabar. Poco a poco fui perdiendo la timidez y lo que en el primer trabajo me parecía lo más difícil que era la grabación, se convertiría en algo usual y normal para trabajar. Complementamos con las otras herramientas de arquetipos y CATWOE que me permitirían abarcar de una manera más completa la realidad puesto que nos obligan a pensar no sólo en función propia sino también en los demás que influyen en el proceso, y el proceso de aprendizaje se ve reflejado en la efectividad y facilidad con la que con el tiempo empezamos a afrontar los trabajos.

De una manera análoga está la parte “práctica”, el juego Rise of Nations. En un principio parece que no existe relación alguna entre las dos partes de la clase, pero también cuando empecé a relacionar todo, me di cuenta que de hecho existen aplicaciones muy útiles para el desarrollo de estrategias en tiempo real. Y como si fuera poco con esta aplicación también me permitió no sólo a mí, sino también a mi grupo de trabajo, extrapolar lo aprendido a situaciones de la vida real y cotidiana, lo que me pareció muy chévere y emocionante. Referente al juego vale la pena hacer mención que la organización del torneo fue otra parte que me dejó muchas enseñanzas. Como gerente de modalidad de juego, el torneo me permitió relacionarme por primera vez con la organización de un evento y todas las responsabilidades que esto conlleva. Fue la primera vez que puedo decir que me enfrente a una situación de trabajo, puesto que era meramente responsable de unas labores, tenía un grupo a cargo y unas fechas que cumplir. Me dio mucha experiencia en la parte de gestión.

Para concluir, mirando retrospectivamente fue una materia muy diferente y agradable. Pensamiento Sistémico saca por completo de la típica clase de teoría y ejercicio, pues está obliga a pensar de manera propia y fomenta ambos hemisferios del cerebro. Me atrevería a decir que es la materia que más enseñanza para aplicar a la vida personal y profesional me deja del semestre.

domingo, 30 de marzo de 2014

Pensamiento sistémico en la cadena de suministro.

La gestión de la cadena de suministro es un término que se emplea de manera ambigua y muchas veces se le asigna cualidades incompletas, pensando que sólo involucra, como se vio en lecturas anteriores, al proceso lineal de:

    Materia Prima --> Transformación ---> Cliente   

Pero es una cadena que va mucho más allá, es un sistema de interconexiones entre organizaciones y clientes que suplen las necesidades de unos y otros, ya sea de bienes, servicios o incluso información. En el estudio de Mammy M. Helou  e  Ian N. Caddy buscan acercarse al entendimiento de este sistema, utilizando el concepto clásico de cadena de suministro y aplicándole las propiedades de sistema.  

Lo primero a tener en cuenta es que la cadena de suministro es mucho más compleja de lo que comúnmente se cree, así como yo tengo unos proveedores de materia prima, estos a su vez tienen otros clientes y proveedores que afectan de manera indirecta o directa mi proceso. A su vez, no se está sólo en el mercado y los clientes no fieles tienen otras opciones para suplir sus necesidades, también se puede obtener información y tecnología de la competencia, lo que convierte la “cadena” en una red. Entonces le aplicamos el primer principio de los sistemas: Entre más complejo el sistema menos adaptable es, y por lo tanto menos propenso a sobrevivir a los cambios. Por la tanto entre más se incorpore a terceros, más difícil será sobrevivir al mercado competitivo y rápido en el que se mueven las organizaciones hoy en día. Entonces parece contradictorio aplicar el concepto de sistema a la cadena de suministros puesto que la vuelve más compleja, pero es que es imposible dejar de pensar más allá y hacer las conexiones pertinentes en la cadena, porque de lo contrario no se tiene en realidad un conocimiento de ella y se hace difícil adelantarse a las posibles fluctuaciones. Lo que sí se debe hacer es aplicar correctamente el pensamiento sistémico. Cómo se vio al principio del curso, pensar sistémicamente no es hacer conexiones porque si, todo sistema debe estar delimitado por la naturaleza de lo que queremos lograr con él, por lo tanto pensar sistémicamente una cadena de suministro con respecto al primer principio es, y como lo aclara el estudio, tener cuidado de alimentar la cadena con información falsa e innecesaria, aumentar conexiones débiles e inútiles, en otras palabras debemos asegurar que se está intercambiando los bienes y servicios correctos, en el ambiente competitivo que es, de lo contrario se tiene una cadena que no puede adaptarse a los cambios.

El segundo principio afirma que entre más grande sea el sistema, más recursos se van a necesitar para poder asegurar su correcto funcionamiento. Esto implica que a medida que la organización va avanzando en el mercado, se debe de pensar en aumentar las conexiones de la cadena. Ya no bastará con los proveedores de información y materia que se tienen, son necesarios más, para poder obtener los beneficios que el mercado está ofreciendo. Pensando sistémicamente, será necesario hacer un zoom out de nuestra zona, para encontrar nuevas posibilidades de intercambio, eficaces y eficientes, claro está teniendo en cuenta el primer principio.

El tercer principio dice que los sistemas no son únicos e independientes, sino que son subsistemas parte de sistemas más grandes, así como también están compuestos por subsistemas. Entonces la complejidad inicial del primer principio puede ser reducida, si se piensa la cadena de suministro como un sistema de subsistemas. Si ahora por el contrario se hace un zoom in en la cadena de suministro, se encontrará que existen sistemas de flujo de información, recursos y personas, que al ser tratados por sistemas separados que unidos hacen un sistema más grande, ayudarán a simplificar el entendimiento de la cadena y optimizará el flujo y adaptabilidad de la propia.

Por último el cuarto principio afirma que, a pesar de ser construcciones artificiales, los sistemas están en constante crecimiento y evolución. La cadena de suministro, como se trato en el segundo principio está expuesta en todo momento a esto. El sistema debe irse ampliando conforme la organización crece, y no sólo esto, también está el hecho de que el mundo actual evoluciona con rapidez y los avances tecnológicos y flujo de información se dan cada vez con mayor velocidad, como una curva exponencial, por lo tanto se debe tener en cuenta que las interconexiones son cambiantes, evolucionan, aparecen y desaparecen.


En conclusión la cadena de suministro no debe verse simplemente como una cadena, es más como una sistema en forma de red, que al aplicarle los principios de sistema y, gracias al pensamiento sistémico,  verla diferente, como algo que crece, evoluciona, está formada por subsistemas y tiene una dinámica con su entorno, se puede aproximar de una mejor manera a su diseño y funcionamiento, para adelantarse, adaptarse y solucionar los problemas organizacionales de una manera mucho más óptima.



lunes, 24 de febrero de 2014

Dos hemisferios y la Cadena de Suministros.

El concepto actual de la cadena de suministros y las partes que la componen es conocido por muchos; sin embargo eso no significa que todo el mundo comprenda lo complejidad y necesidad de cambiar la manera de pensar este proceso. Como el artículo “Supply Chain Re-Thinking” de Stuart Emmet propone, las organizaciones se enfrentan, cada vez más, a ambientes de incertidumbre y la forma de pensar, que viene prevaleciendo desde hace tiempo, no va a ser suficiente por mucho más. Actualmente las empresas deben de adaptarse a los cambios con mucha rapidez o de lo contrario perderán competitividad, para esto las compañías deben de ser flexibles y adaptar su forma de pensar.

Para Emmet, las organizaciones son fiel reflejo de la forma de actuar de los individuos que hacen parte de ella, y estos a su vez hacen lo que es acorde a su forma de pensar. Entonces el autor nos presenta como el cerebro se puede dividir en dos hemisferios y que cualidades presenta cada uno. El hemisferio derecho representa la parte artística y todo lo relacionado con el desarrollo de relaciones, la fomentación de la innovación, la motivación y el pensamiento a largo plazo, en cambio, el hemisferio izquierdo representa la parte analítica, matemática, realizar todo paso a paso y pensar a corto plazo. La mayoría de personas tienden a usar prioritariamente un solo hemisferio, perdiendo muchas capacidades que le puede brindar el otro “lado”, y por lo tanto las organizaciones también tienden a pensar únicamente con uno de los hemisferios. Lógicamente en un mundo de negocios donde se exige ser flexible y adaptable, ninguno de los hemisferios es superior al otro, y a cambio el autor nos invita a potencializar ambos hemisferios, para no perder las ventajas que cada uno tiene.

En una segunda parte, Emmet contextualiza la idea anterior con tres diferentes formas de pensar la cadena de suministros. La primera nos expone una cadena de suministros “clásica”, rígida y lineal típica de un pensamiento de hemisferio izquierdo, donde no se ve más allá del cliente y un proveedor, que si bien sirvió en un principio, se queda corta a la hora de establecer una relación verdadera con el cliente y tampoco tiene en cuenta los niveles más allá del primer proveedor, cuando existen proveedores de proveedores y toda una cadena interconectada. Aquí empezamos a ver la utilidad del pensamiento sistémico. Si hacemos un zoom out y empezamos a conectar llegamos a la segunda forma de entender la cadena de suministros. Ahora entendemos que hay proveedores más allá del primer nivel, que es necesario empezar a establecer conexión con el cliente, no solo se trata de vender y cumplir con unos números. Si extendemos aún más nuestro entorno y comprensión podemos establecer un modelo, fluido e innovador. La comunicación es más abierta y colaborativa, los contratos son más eficientes, se utilizan las herramientas virtuales y de una manera creativa podemos crear una matriz interdependiente de todas las partes que en realidad componen la cadena de suministros. Podemos prever nuestra propia demanda, reducir el inventario en una gran cantidad y por supuesto minimizar costos. Para llegar a este punto es necesario pensar con los dos hemisferios del cerebro.

De esta manera la invitación está en reformular nuestra manera de pensar y no solo quedarnos con uno de nuestros hemisferios, que como ingenieros tenemos tendencia a usar el izquierdo. Debemos incorporar el pensamiento sistémico a  nuestro análisis, empezar a utilizar herramientas como el zoom out, para ver que hay niveles mucho más allá de solo el contacto directo, que por ejemplo, no únicamente porque el camión de la compañía que nos provee a nosotros se varó, no va a llegar nuestro pedido, sino que también estos tienen sus propios proveedores, al igual que los clientes tienen los suyos, que no solo se crece a través de indicadores económicos y números cuantitativos, sino que entender el clima, los factores ambientales y hasta establecer una relación solida y de calidad con el cliente hacen parte de una red interconectada con variables que debemos tener a consideración para poder si bien no predecir el futuro, si anteponernos a cualquier circunstancia que pueda interrumpir la cadena. 

martes, 21 de enero de 2014

Actividad 1: Pensamiento Sistemico

Estamos habituados a pensar que la única herramienta que tenemos para interpretar la realidad es la ciencia. Que debemos de separar y desintegrar a su más mínima expresión el objeto de estudio para poderlo comprender, sin darnos cuenta que hace parte de un contexto, que está en un ambiente que a su vez le da significado. Y cuando intentamos entender su relación con las partes, por ejemplo por qué a veces se obtienen resultados diferentes en el mismo experimento, la ciencia falla y nosotros también..

El pensamiento sistémico es la postura que tomamos cuando interpretamos una realidad y estudiamos las interrelaciones entre las partes que la componen. Empezamos a ver el objeto de estudio no como algo secuencial y de carácter lineal, sino como algo más complejo, que posee unas partes interdependientes (unas dependen de las otras, no simplemente relaciones de causa-efecto) y lo cual nos da la sensación de un pensamiento circular. Sin embargo, como lo plantea las preguntas del primer clip, es necesario establecer unos límites desde el principio, y como a todo sistema, definir claramente lo que vamos a estudiar/pensar, para no terminar inmersos en el "todo", puesto que nos podemos desviar del objetivo general al ir estableciendo las relaciones. No entraré en la discusión de los límites de realidad y pensamiento, puesto que es una cuestión relativa. 

Como ingenieros industriales, y como lo plantea el clip 2, entramos como relojeros en las organizaciones, a reparar y mejorar las máquinas y procesos. Para esto nos debemos de apoyar en los cuatro pilares del pensamiento sistémico (pensamiento complejo, cibernauta, hermenéutica y constructivismo). Es por nuestra posición dentro de la organización que nos centramos con una temática mecanicista, todo gira alrededor de la máquina, y es por esto que cuando nos situamos en el cargo que nos gusta (usualmente el "piso mas alto" o de gerencia, tendemos a olvidarnos del resto y no vemos la importancia del "primer piso", error fatal para un ingeniero. La hermenéutica nos permite establecer un lenguaje claro con los "obreros" ya que esta comunicación es esencial para el buen desarrollo de la empresa, y gracias al constructivismo, tratarlo  en el campo teórico de la manera más adecuada para después aplicarlo a la práctica. Saber de las costumbres, formar de actuar, como es la realidad y como se emplean los recursos, puede no solo crear credibilidad y liderazgo que mejorarían la imagen con los altos cargos y el personal, sino que también permite agilizar y tomar buenas decisiones. Todo este tomar de lo que percibimos, dialogamos, comunicamos, traducimos en teoría y retroalimentamos en la práctica, es una clara utilización de dos de los pilares (hermeneutica y constructivismo) e implicitamente de el tercero. Cuando tomamos nuestra interpretación de la realidad de la planta, a través de la información de los obreros, de índices y de nuestros propios sentidos, el paso a seguir es elaborar un plan de acción donde tengamos clara una meta, trazar el camino a seguir y no olvidar (como buenos pensadores sistémicos) las interralaciones y por ende las posibles fluctuaciones de factores influyentes es el pilar de la cibernautica.

Por último, y como se ve reflejado en la aplicación de los tres pilares a el ejercicio de un ingeniero industrial, es necesario cambiar ese pensamiento lineal y tomar en cuenta todas las variables que influyen en el ambiente de trabajo. Recursos, obreros, indices, tiempo, comunicación y espacio son variables que influyen de manera no secuencial y  por ende trabajan de manera circular, como se definió al principio. A esta recopilación de los tres pilares se le llama pensamiento complejo, el cuarto y último pilar del pensamiento sistémico. Para concluir un ingeniero no puede ser de escritorio, con solo teoría; si no sabe el día a día de lo que trata, no lo comprenderá realmente y por supuesto no podría mejorarlo.